domingo, 21 de noviembre de 2010

Espacio interior 3.3


Cuando se pierde o se desconoce la dimensión del espacio, las cosas del mundo asumen una importancia absoluta, una seriedad y densidad que en realidad no tienen. Cuando no ves el mundo desde el punto de vista de lo sin forma, se convierte en un lugar amenazador y, en último término, en un lugar de desesperación. Es lo que debió sentir el profeta del Antiguo Testamento cuando escribió: “Todo está lleno de fatigas, más de cuanto el hombre pueda decir”. (Eclesiastés 1,8.)

Eckhart Tolle

sábado, 13 de noviembre de 2010

Espacio interior 3.2


Ahora puedes disfrutar y aceptar las cosas de este mundo sin darles una importancia y una trascendencia que no tienen. Puedes participar en la danza de la creación y ser activo sin apego a los resultados y sin pedir exigencias irrazonables al mundo: hazme completo, hazme feliz, hazme sentir seguro, dime quién soy. El mundo no puede darte esas cosas, y cuando ya no tienes esas expectativas, todo el sufrimiento creado por uno mismo llega a su fin. Todo ese sufrimiento se debe a una sobrevaloración de la forma y a no ser consciente de la dimensión del espacio interior. Cuando esa dimensión está presente en tu vida, puedes disfrutar de las cosas, las experiencias y los placeres de los sentidos sin perderte en ellos, sin apego interior a ellos, es decir, sin hacerte adicto al mundo.

Eckarth Tolle

domingo, 7 de noviembre de 2010

Espacio interior 3.1


Cuando dejas de estar completamente identificado con las formas, la conciencia –lo que tú eres- queda libre de su encarcelamiento en la forma. Esta liberación es la aparición del espacio interior. Llega como una quietud, una sutil paz en lo más profundo de ti, incluso ante algo aparentemente malo. De pronto, hay espacio alrededor del suceso. También hay espacio alrededor de los altibajos emocionales, incluso alrededor del dolor. Y sobre todo, hay espacio entre tus pensamientos. Y de ese espacio emana una paz que no es “de este mundo”, porque este mundo es forma, y la paz es espacio. Esta es la paz de Dios.