lunes, 26 de marzo de 2012

LA TELEVISIÓN


Ver televisión es la actividad (o más bien la inactividad) de esparcimiento predilecta de millones de personas del mundo entero. Al cumplir los 60 años, el estadounidense común habrá pasado 15 años de su vida delante de la pantalla del televisor, y las cifras de otros países son semejantes.

Para muchas personas, la televisión es "relajante". Si observamos atentamente, nos damos cuenta de que mientras más tiempo mantenemos la atención enfocada en la pantalla, más se suspende la actividad del pensamiento y más tiempo pasamos viendo solamente la entrevista, el programa de juego, la comedia o hasta los comerciales sin generar un solo pensamiento. No solamente olvidamos por completo nuestros problemas, sino que nos liberamos de nosotros mismos transitoriamente. ¿Qué podría ser más relajante que eso?

¿Entonces es la televisión un medio para crear espacio interior? ¿Nos ayuda a estar presentes? Desafortunadamente no es así. Si bien la mente suspende su actividad durante períodos prolongados de tiempo, se conecta con la actividad mental del programa de televisión. Se conecta con la versión televisada de la mente colectiva y entra a pensar esos pensamientos. La mente está inactiva únicamente en el sentido de no generar sus propios pensamientos. Sin embargo, está absorbiendo continuamente los pensamientos y las imágenes provenientes de la televisión. Esto induce una especie de estado de trance y mayor susceptibilidad, parecido al de la hipnosis. Es por eso que es ideal para manipular "la opinión pública", como lo saben bien los políticos, los grupos de interés y los anunciantes. Es por eso que pagan millones de dólares para sorprendernos inermes en ese estado de receptividad. Buscan reemplazar nuestros pensamientos por los de ellos, y por lo general lo logran.
Así, mientras vemos televisión, la tendencia es a caer por debajo del pensamiento en lugar de elevarnos por encima de él.

En esto, la televisión se parece al alcohol y a ciertas drogas. Si bien nos libera transitoriamente del yugo de la mente, el precio también es alto: la inconsciencia. Lo mismo que las drogas, la televisión tiene una cualidad adictiva grande.

Tomamos el control para apagar el aparato y en lugar de hacerlo comenzamos a repasar todos los canales. Media hora o una hora después todavía estamos viendo y recorriendo los canales. Es como si el botón de apagado fuera el único que el dedo no logra oprimir. Continuamos pegados al aparato no porque algo interesante atrae nuestra atención, sino precisamente porque no hay nada interesante para ver. Una vez atrapados, mientras más trivial y más sin sentido, más adictiva se vuelve. Si fuera interesante y desafiara el intelecto, llevaría a la mente a pensar nuevamente, lo cual sería más consciente y preferible a un trance inducido por un aparato. Entonces las imágenes de la pantalla no mantendrían totalmente cautiva nuestra atención.

Si el contenido del programa es de cierta calidad, puede contrarrestar hasta cierto punto, o incluso deshacer, el efecto adormecedor del medio de la televisión. Hay algunos programas que han sido de gran ayuda para muchas personas, les han cambiado la vida para bien, les han servido para abrir el corazón y les han ayudado a alcanzar el estado de conciencia. Hay incluso ciertas comedias que, aunque no tratan ningún tema en particular, son espirituales sin saberlo porque nos muestran una caricatura del ego y de la sinrazón humana. Nos enseñan a no tomarnos nada demasiado en serio, a vivir la vida con despreocupación y, por encima de todo, enseñan por medio de la risa. La risa es extraordinaria como factor liberador y también curativo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la televisión continúa bajo el control de personas totalmente sometidas al ego, de tal manera que continuamos bajo el control de esa segunda intención de adormecernos, es decir, de sumirnos en la inconsciencia. Sin embargo, el medio de la televisión encierra un potencial enorme, todavía inexplorado.

Debemos evitar los programas y los comerciales que nos agreden con una secuencia acelerada de imágenes que cambian cada dos o tres segundos o menos. El exceso de televisión y de esos programas en particular es el causante en gran medida del trastorno del déficit de atención, una disfunción mental que afecta a millones de niños del mundo entero.

Esos períodos breves de atención se traducen en percepciones y relaciones vacuas e insatisfactorias. Todo lo que hagamos estando en ese estado carece de calidad, porque la calidad requiere atención.

Ver la televisión con frecuencia y por períodos prolongados no solamente nos sume en un estado de inconsciencia sino que nos induce a la pasividad y nos agota la energía. Por consiguiente, en lugar de ver cualquier cosa, elija los programas que desee ver. Cada vez que recuerde, sienta la vida dentro de su cuerpo mientras está frente a la pantalla.

Tome conciencia de su respiración periódicamente. Aparte los ojos de la pantalla a intervalos regulares para que ésta no se apodere por completo de su sentido de la vista. No suba el volumen más de lo necesario para que la televisión no se apodere de su sentido de la audición. Oprima el botón de silenciar el aparato durante los comerciales. Asegúrese de no dormirse inmediatamente después de apagar o, peor aún, de quedarse dormido con el televisor encendido.

Eckhart Tolle

(Una nuevo mundo, ahora)

lunes, 27 de febrero de 2012

El propósito de tu vida 3


Cuando no puedas disfrutar haciendo una cosa, al menos puedes aceptar que eso es lo que tienes que hacer. La aceptación significa decirte: Por ahora, esto es lo que esta situación, este momento, exige que yo haga, y lo haré de buena gana.

Si no puedes disfrutar ni aceptar lo que haces, deja de hacerlo. De lo contrario, no estás asumiendo la responsabilidad de la única cosa de la que puedes ser realmente responsable, que además es la única cosa que de verdad importa: tu estado de conciencia. Y si no asumes la responsabilidad de tu estado de conciencia, no estás asumiendo la responsabilidad de la vida.

El propósito de tu vida 2


La acción despierta es la armonización de tu propósito exterior –lo que haces- con tu propósito interior: despertar y mantenerte despierto. Mediante la acción despierta, te haces uno con el propósito de partida del universo. La conciencia fluye a través de ti hacia este mundo. Fluye en tus pensamientos y los inspira. Fluye en lo que haces y lo guía y le da poder.

Las modalidades de acción despierta son la aceptación, el disfrute y el entusiasmo. Cada una representa cierta frecuencia de vibración de la conciencia. Es preciso que estés vigilante para asegurarte de que una de ellas está actuando siempre que te dedicas a hacer algo, desde la tarea más simple hasta la más compleja. Si no estás en estado de aceptación, disfrute o entusiasmo, mira con atención y descubrirás que estás creando sufrimiento para ti y para otros.

domingo, 6 de noviembre de 2011

El propósito de tu vida 1

Tu vida tiene un propósito interior y un propósito exterior. El propósito interior se refiere al Ser y es primario. El propósito exterior se refiere al hacer y es secundario.

El propósito verdadero o primario de tu vida no se puede encontrar en el nivel exterior. No tiene que ver con lo que haces, sino con lo que eres, es decir, con tu estado de conciencia.

La acción, aunque es necesaria, es solo un factor secundario en la manifestación de nuestra realidad exterior. El factor primario en la creación es la conciencia. Por muy activos que seamos, por mucho que nos esforcemos, nuestro estado de conciencia crea nuestro mundo y, si nada cambia en ese nivel interior, da lo mismo cuánta acción apliquemos. No haremos más que recrear versiones modificadas del mismo mundo, una y otra vez, un mundo que es un reflejo exterior del ego.

Cuando has percibido un atisbo de conciencia o de Presencia, lo sabes de primera mano. Ya no es solo un concepto que está en tu mente. Entonces puedes tomar la decisión consciente de estar presente en lugar de abandonarte al pensamiento inútil. Puedes invitar a la Presencia a tu vida, es decir, crear espacio. Con la gracia del despertar viene la responsabilidad. Puedes intentar seguir como si nada hubiera ocurrido, o puedes apreciar su importancia y reconocer la emergencia de la conciencia como lo más importante que puede ocurrirte. Abrirte a la conciencia emergente y traer su luz a este mundo se convierte entonces en el propósito primario de tu vida.

Eckhart Tolle

sábado, 5 de noviembre de 2011

Espacio interior 12


Hay otra manera de encontrar el espacio interior: sé consciente de que eres consciente. Di o piensa “soy”, y no añadas nada. Sé consciente de la quietud que sigue al “soy”. Siente tu presencia, el Ser desnudo, sin velos, sin vestiduras. Al Ser no le afectan la juventud o la vejez, la riqueza o la pobreza, lo bueno, lo malo ni ningún otro atributo.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Espacio interior 11


Si no te pasas toda tu vida descontento, preocupado, ansioso, deprimido, desesperado o consumido por otros estados negativos; si eres capaz de disfrutar de cosas simples, como escuchar el sonido de la lluvia o el viento; si puedes apreciar la belleza de las nubes que cruzan el cielo, o estar a solas en ocasiones sin sentirte solo ni necesitar el estímulo mental de una diversión; si puedes tratar a un completo desconocido con amabilidad sincera sin desear nada de él… eso significa que se ha abierto un espacio, aunque sea por poco tiempo, en el casi siempre incesante torrente de pensamiento que es la mente humana. Cuando esto ocurre, hay una sensación de bienestar, de paz viva, aunque pueda ser sutil. La intensidad variará desde una sensación de contento que apenas se nota allá en el fondo, hasta lo que los antiguos sabios de la India llamaban Ananda, la felicidad del Ser. Como se te ha condicionado para que solo prestes atención a la forma, probablemente no serás consciente de ello, si no es indirectamente. Por ejemplo, existe un elemento común en la capacidad de ver la belleza, de apreciar las cosas simples, de disfrutar con la propia compañía o de relacionarse con otras personas con amabilidad y cariño. Este elemento común es una sensación de bienestar, paz y vitalidad que es el fondo invisible sin el cual estas experiencias no serían posibles.
Allí donde haya belleza, amabilidad, apreciación de la bondad de las cosas simples de la vida, busca dentro de ti mismo el fondo de esa experiencia. Pero no lo busques como si estuvieras buscando una cosa. No puedes localizarlo y decir “ya lo tengo”, ni agarrarlo mentalmente y definirlo de algún modo. Es como el cielo sin nubes: no tiene forma. Es espacio, es quietud, es la dulzura del Ser, e infinitamente más que esas palabras, que son solo indicadores. Cuando eres capaz de sentirlo directamente dentro de ti, se acentúa. Así que cuando aprecies algo simple- un sonido, una imagen, un tacto-, cuando veas belleza, cuando sientas cariño por otra persona, siente la espaciosidad interior que es la fuente y el fondo de esa experiencia.

domingo, 6 de febrero de 2011

Espacio interior 10


Cuando oyes hablar del espacio interior, puede que empieces a buscarlo; pero como lo estás buscando como si buscaras un objeto o una experiencia, no puedes encontrarlo. Este es el problema de todos los que buscan la realización espiritual o la iluminación. Por eso dijo Jesús: “El reino de Dios no llegará con señales visibles, ni podrá decirse “helo aquí, o allá”, porque el reino de Dios está dentro de vosotros”.

miércoles, 26 de enero de 2011

Espacio interior 9


El mayor impedimento para descubrir el espacio interior, el mayor impedimento para encontrar al experimentador, al Yo Soy sin forma, es quedar tan subyugado por la experiencia que te pierdas en ella. Eso significa que la conciencia se pierde en su propio sueño. Te dejas arrebatar por cada pensamiento, por cada emoción y por cada experiencia, hasta un grado tal que en realidad estás en un estado de ensoñación. Este ha sido el estado normal de la humanidad durante miles de años.

domingo, 16 de enero de 2011

Espacio interior 8


La conciencia del espacio tiene poco que ver con estar “colocado”. Ambos estados están fuera del pensamiento. Eso es lo que tienen en común. Pero la diferencia fundamental es que en el primero te elevas por encima del pensamiento; en el segundo, caes por debajo. El primero es el paso siguiente en la evolución de la conciencia humana; el otro es una regresión a una fase que dejamos atrás hace miles de años.

lunes, 10 de enero de 2011

Espacio interior 7


Siempre que estás molesto por un suceso, una persona o una situación, la verdadera causa no es el suceso, la persona o la situación, sino la pérdida de la auténtica perspectiva, que solo el espacio puede proporcionar. Estás atrapado en la conciencia de los objetos, inconsciente del espacio interior intemporal de la conciencia misma.

martes, 4 de enero de 2011

Espacio interior 6


Nota la sensación de respirar. Siente el movimiento del aire entrando y saliendo de tu cuerpo. Percibe cómo se dilatan y contraen el pecho y el abdomen al inhalar y exhalar. Una respiración consciente es suficiente para crear un poco de espacio donde antes solo estaba la sucesión ininterrumpida de un pensamiento tras otro. Una respiración consciente (dos o tres serían aún mejor), realizada muchas veces al día, es un modo excelente de aportar espacio a tu vida. Aunque estuvieras meditando sobre la respiración durante dos o más horas, como hacen algunas personas, con una respiración basta para ser consciente de ello; en realidad, no vas a ser consciente de más. El resto es recuerdo o anticipación, es decir, pensamiento. Respirar no es algo que tú haces, sino algo que presencias mientras ocurre. La respiración ocurre por sí misma. La lleva a cabo la inteligencia interior del cuerpo. Tú solo tienes que observar cómo ocurre. No se requiere ningún esfuerzo. Fíjate además en la breve interrupción de la respiración, particularmente en ese punto muerto después de exhalar, antes de empezar a inhalar de nuevo.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Espacio interior 5


Sé consciente de tu respiración. Observa cómo esto desvía la atención de tu pensamiento y crea espacio.

Eckhart Tolle

sábado, 25 de diciembre de 2010

Espacio interior 4


Descubre el espacio interior creando huecos en el torrente de pensamiento. Sin esos huecos, tu pensamiento se vuelve repetitivo, sin inspiración, desprovisto de toda chispa creativa, que es como sigue siendo para la mayoría de los habitantes del planeta. No tienes que preocuparte por la duración de esos espacios. Con unos pocos segundos basta. Poco a poco, se irán haciendo más largos por sí mismos, sin esfuerzo por tu parte. Más importante que su duración es producirlos con frecuencia, de modo que tus actividades cotidianas y tu flujo de pensamiento tengan espacio intercalados.

Eckhart Tolle

domingo, 21 de noviembre de 2010

Espacio interior 3.3


Cuando se pierde o se desconoce la dimensión del espacio, las cosas del mundo asumen una importancia absoluta, una seriedad y densidad que en realidad no tienen. Cuando no ves el mundo desde el punto de vista de lo sin forma, se convierte en un lugar amenazador y, en último término, en un lugar de desesperación. Es lo que debió sentir el profeta del Antiguo Testamento cuando escribió: “Todo está lleno de fatigas, más de cuanto el hombre pueda decir”. (Eclesiastés 1,8.)

Eckhart Tolle

sábado, 13 de noviembre de 2010

Espacio interior 3.2


Ahora puedes disfrutar y aceptar las cosas de este mundo sin darles una importancia y una trascendencia que no tienen. Puedes participar en la danza de la creación y ser activo sin apego a los resultados y sin pedir exigencias irrazonables al mundo: hazme completo, hazme feliz, hazme sentir seguro, dime quién soy. El mundo no puede darte esas cosas, y cuando ya no tienes esas expectativas, todo el sufrimiento creado por uno mismo llega a su fin. Todo ese sufrimiento se debe a una sobrevaloración de la forma y a no ser consciente de la dimensión del espacio interior. Cuando esa dimensión está presente en tu vida, puedes disfrutar de las cosas, las experiencias y los placeres de los sentidos sin perderte en ellos, sin apego interior a ellos, es decir, sin hacerte adicto al mundo.

Eckarth Tolle

domingo, 7 de noviembre de 2010

Espacio interior 3.1


Cuando dejas de estar completamente identificado con las formas, la conciencia –lo que tú eres- queda libre de su encarcelamiento en la forma. Esta liberación es la aparición del espacio interior. Llega como una quietud, una sutil paz en lo más profundo de ti, incluso ante algo aparentemente malo. De pronto, hay espacio alrededor del suceso. También hay espacio alrededor de los altibajos emocionales, incluso alrededor del dolor. Y sobre todo, hay espacio entre tus pensamientos. Y de ese espacio emana una paz que no es “de este mundo”, porque este mundo es forma, y la paz es espacio. Esta es la paz de Dios.

domingo, 31 de octubre de 2010

Espacio interior 2.3


Tener conciencia del espacio no solo significa liberarse del ego, sino también de la dependencia de las cosas mundanas, del materialismo y la materialidad. Solo esta dimensión espiritual puede dar sentido transcendente y auténtico a este mundo.

Eckhart Tolle

sábado, 30 de octubre de 2010

Espacio interior 2.2


La conciencia del espacio significa que, además de ser consciente de las cosas –lo cual siempre acaba reduciéndose a percepciones sensoriales, pensamientos y emociones-, hay por debajo una corriente de conciencia. Esta conciencia implica que no solo somos conscientes de las cosas (objetos), sino que también somos conscientes de ser conscientes. Si puedes sentir un estado interior de quietud y alerta en el fondo mientras ocurren cosas en primer plano, ¡ya está! Esta dimensión está en todas las personas, pero la mayoría es completamente inconsciente de ello. Yo a veces lo indico diciendo “¿Puedes sentir tu propia Presencia?”.

Eckhart Tolle

Espacio interior 2.1


La vida de la mayoría de la gente está llena de cosas en desorden: cosas materiales, cosas que hacer, cosas en que pensar. Su vida es como la historia de la humanidad, que Winston Churchill definía como “una maldita cosa detrás de otra”. Sus mentes están llenas de una barahúnda de pensamientos, uno detrás de otro. Esta es la dimensión de la conciencia de los objetos, que es la realidad predominante para muchas personas, y por eso su vida está tan desequilibrada. Para que la cordura regrese a nuestro planeta y la humanidad cumpla su destino, la conciencia de los objetos necesita estar equilibrada con la conciencia del espacio. El surgimiento de la conciencia del espacio es la siguiente etapa en la evolución de la humanidad.

Eckhart Tolle

domingo, 24 de octubre de 2010

Espacio interior 1


Cuando la conciencia ya no está completamente absorbida por el pensamiento, una parte de ella permanece en su estado original, sin forma, no condicionada. Eso es el espacio interior.

Eckhart Tolle

domingo, 26 de septiembre de 2010

Despertar 11








Amar es reconocerte en otro. Entonces, la “otredad” del otro se revela como una ilusión perteneciente al reino puramente humano, el reino de la forma.
Cuando otro te reconoce, ese reconocimiento hace salir más plenamente a este mundo la dimensión del Ser a través de vosotros dos. Ese es el amor que redime al mundo.

Eckhar Tolle

domingo, 5 de septiembre de 2010

Despertar 10


El movimiento de retorno en la vida de una persona, el debilitamiento o disolución de la forma, ya sea por vejez, enfermedad, incapacidad, pérdida o algún tipo de tragedia personal, tiene un gran potencial para el despertar espiritual: la desidentificación de la conciencia con la forma.

En el nuevo mundo, la vejez será universalmente reconocida y muy valorada como una época para el florecimiento de la conciencia. Para quienes aún están perdidos en las circunstancias exteriores de sus vidas, será una época para volver por fin a casa, en la que se harán conscientes de su propósito interior. Para otros muchos, representará una intensificación y culminación del proceso de despertar.

Sin embargo, a medida que la conciencia crece y el ego deja de dirigir tu vida, ya no tienes que esperar a que tu mundo se encoja o se hunda a causa de la vejez o la tragedia personal para despertar a tu propósito interior. A medida que empieza a emerger la nueva conciencia en el planeta, son cada vez más las personas que ya no necesitan una sacudida para despertar. Emprenden el proceso de despertar voluntariamente aunque aún sigan enfrascados en el ciclo de crecimiento y expansión hacia fuera. Cuando el ego deja de usurpar ese ciclo, la dimensión espiritual viene a este mundo con el movimiento hacia fuera –pensamiento, lenguaje, acción, creación- con tanta fuerza como el movimiento de retorno: calma, Ser y disolución de la forma.

Eckhart Tolle

domingo, 8 de agosto de 2010

Despertar 9


Para algunos, el despertar surge cuando de repente se hacen conscientes de los tipos de pensamientos que suelen pensar, en especial de los pensamientos negativos persistentes con los que pueden haberse identificado toda su vida. De repente, aparece una conciencia que es consciente del pensamiento pero no forma parte de él.

Eckhart Tolle

viernes, 30 de julio de 2010

Despertar 8


Son muchos los que, hasta que están en su lecho de muerte y todo lo de fuera se derrumba, no se dan cuenta de que ninguna cosa ha tenido nunca nada que ver con quiénes son. En la proximidad de la muerte, todo el concepto de propiedad se revela como carente de sentido. Entonces, en los últimos momentos de su vida, comprenden también que, aunque toda su vida estuvieron buscando un sentido del yo más completo, lo que en realidad buscaban, su Ser, siempre había estado ahí, pero estaba casi oculto por su identificación con las cosas, que en último término significa identificación con la mente.

Eckhart Tolle